YO CREO QUE YA ESTÁ BIEN.
IGNORANTE QUE ES LO QUE ERES.
Racismo: Ignorancia, Intolerancia y Miedo, y (5)
Carlos Eduardo Ruiz |
Ignorancia:
Al creer que todos los miembros de una determinada “raza” son “superiores” ó “inferiores” a todos los miembros de otra “raza”. Si los racistas y xenófobos tuviesen razón, la “raza superior” sería la judía; ya que hasta el sol de hoy, no ha existido en el planeta Tierra, ninguna inteligencia humana superior a la de Albert Einstein. Otro excepcional ser que dividió a la historia en dos partes (antes y después de Cristo), también era judío: Jesús de Nazaret.
En consecuencia; usando los propios argumentos de los racistas, si estas dos personas; indudablemente superiores al resto de todos los demás seres humanos, eran judíos, deberíamos concluir que los judíos; que la “raza” judía es la “raza superior” entre todas las que existen en el género humano. ¿Cuál otra “raza” humana puede alardear de tener entre sus miembros a personas como esas dos? ¡simplemente, ninguna otra!.
Y siguiendo la misma equivocada y obtusa manera de pensar de los racistas y xenófobos, la “raza inferior” entre todas las que existen en el género humano, estaría conformada por los “arios alemanes” que seguían a Hitler, ya que a través de la violencia y el atropello, pretendieron eliminar a la “raza” que más había contribuido al mejoramiento de la humanidad; tanto en lo espiritual, como en lo científico. Con toda claridad; los arios hitlerianos, eran unos salvajes, que pretendieron detener el progreso humano al intentar eliminar a la “raza superior” que los había ayudado a ellos mismos a ser mejores.
Definitivamente, el comportamiento de estos racistas y xenófobos estaba basado únicamente en la ignorancia, ya que todas las “razas” cuentan entre sus miembros con individuos de excepcional inteligencia y / o profunda espiritualidad. Todos y cada uno de los pueblos y culturas del mundo puede enumerar una larga lista de los miembros de su etnia; quienes con su talento y su sensibilidad, han contribuido, no solamente al avance y mejoramiento de su propia “raza”, sino al de toda la humanidad en su conjunto.
Los descubrimientos e invenciones no han sido producidos por los miembros de una sola “raza” en particular—todo lo contrario—han sido producidos por innumerables seres humanos pertenecientes a todas las culturas y pueblos del planeta Tierra.
Intolerancia:
Hitler nació el 20 de abril de 1889 y se suicidó cobardemente el 30 de abril de 1945. Durante sus 56 años de vida no pudo tolerar que entre los años 900 y 800 antes de Cristo, los hindúes inventaran el cero; que entre los años 1 y 50 de la era cristiana, China fue la nación más avanzada del mundo en todas las ciencias y todas las artes; ni que entre los años 100 y 150 después de Cristo, esos mismos chinos inventaran el papel; ni que los hindúes inventaran el estribo entre los años 150 y 200 de la era cristiana.
La envidia que corroía al cerebro de Hitler no le permitió tolerar que cuando apenas comenzaban a ser fundados los reinos germánicos (alemanes) en la Galia en el año 450 después de Cristo; ya los Mayas estaban culminando la fundación en América—específicamente en la hoy llamada Península de Yucatán, en México—la impresionante ciudad de Chichén Itzá.
Tampoco pudo tolerar Hitler que entre los años 1.250 y 1.300 de la era cristiana, el veneciano Marco Polo hubiese escrito un libro que le informaba a los europeos sobre las mucho más avanzadas sociedades orientales, al regreso de su visita al Imperio Mongol—ni pudo tolerar tampoco, enterarse de que en el año 1.400 de la era cristiana, los Incas habían fundado un imperio en América del Sur con su capital en la actual ciudad de Cuzco (Perú) y que se extendía a lo largo de las montañas de Los Andes incluyendo a grandes porciones de los actuales territorios de Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina, Chile y Colombia.
Mucho menos pudo tolerar el racista y xenófobo Hitler, que en 1.492, el genovés Cristóbal Colón le informase a los europeos sobre la existencia de una “nueva” masa continental que hoy conocemos como América.
Uno de los magníficos edificios de la ciudad Maya de Chichén Itzá, Culminado en Yucatán, México antes de que Alemania existiera.
El racista y xenófobo Hitler era un ignorante y no pudo tolerar tampoco, que entre los años 1.500 y 1.550 de la era cristiana, el sabio polaco Nicolaus Copernicus, inventó la astronomía; informándole al mundo, que la Tierra no era plana y que el universo no giraba alrededor de ella, sino que; en vez, la Tierra giraba alrededor del Sol—y en ese mismo período el sabio belga, nacido en Bruselas, Andreas Vesalius se convirtiese en el fundador de la anatomía humana. Hitler intentó ignorar también; debido a su asqueante intolerancia, que entre los años de 1.600 y 1.650, florecieron en España, las mentes literarias de Cervantes, Góngora, Quevedo, Lope de Vega, Calderón y Gracián; y que en Italia, Galileo Galilei le daba un enorme impulso al conocimiento científico—en realidad, podemos considerar a Galileo, como el Padre de la Ciencia—y que en Inglaterra, el médico William Harvey descubriese la circulación de la sangre y se convirtiese en el Padre de la Fisiología Humana; que entre los años 1.650 y 1.700, se produjese la Edad de Oro Literaria en Francia, a través de las obras de Corneille, Racine, Moliere y La Fontaine; y que en Inglaterra, Isaac Newton formuló las leyes del movimiento, estableció el espectro luminoso, inventó el telescopio reflector, redactó la ley de gravitación universal e inventó el cálculo matemático.
Deteniéndonos aquí; en el año de 1.700, todavía faltarían por transcurrir 189 años antes de nazca Adolf Hitler, y no cabrían en este corto escrito las miríadas de aportes que incontables seres humanos de las más diversas “razas”, etnias, culturas y / o creencias religiosas, hiciesen a favor del progreso de toda la humanidad, gracias a sus excepcionales inteligencia y sensibilidad; y cuya contribución, lejos de detenerse, continuará incrementándose con cada nueva generación de seres humanos, sin que importe en lo absoluto su origen étnico, su cultura, ni sus creencias religiosas.
Miedo:
La casi totalidad de los padres humanos, de cualquier “raza”, etnia, cultura y / o creencia religiosa, prefieren que su primogénito sea varón. Esta curiosa actitud de los seres humanos nos viene del miedo ancestral:
En el mundo salvaje que habitaron los primeros seres humanos—y numerosas de sus generaciones subsiguientes—eran indispensables los hombres musculosos, fuertes y agresivos, para proteger las fuentes de alimentos, a las mujeres y a los niños, del ataque de las fieras, y de sus propios congéneres; de sus propias y otras tribus, quienes se comportaban en formas nada diferente a las fieras salvajes—recordemos que el ser humano moderno (Homo sapiens sapiens), comparte el 96,1% de todos sus genes con el Chimpancé (Pan troglodytes) y el Bonobo (Pan paniscus), y que ha estado recorriendo el planeta Tierra desde hace unos 60 mil años (eso es unos 600 siglos; aunque creamos que estamos viviendo “en el siglo 21”).
Este miedo ancestral, es sentido aún; pero aparentemente con mucha más intensidad, por los racistas y xenófobos, quienes ven en el avance y progreso de otras etnias y culturas, una amenaza a su propia supervivencia.
La inevitable transculturización global, entre todos los pueblos de la Tierra, debe ponerle “los pelos de punta” a los racistas y xenófobos, debido a que les produce terror el que sus costumbres y modos de vida vayan siendo reemplazados por la adopción de comportamientos, músicas, modas, gastronomías, religiosidades; etc., de pueblos “extraños” a ellos, al deducir que su propia cultura “desaparecerá”.
Esto no puede llamarse sino miedo. Simple y llanamente, miedo...
La ignorancia de los racistas y xenófobos sobre las características culturales de los pueblos distintos a los suyos; no les deja ver, que así como la transculturización llega hacia ellos, sus propios modos de vida son transculturizados hacia otros pueblos distintos a los suyos, en una simbiosis que enriquece a toda la humanidad.
El chop suey y el fu yong chinos; el karate y el yu-yitsu japoneses; el tae kwon do coreano y muchísimas otras gastronomías, deportes y músicas orientales, han sido ampliamente aceptados en todo el mundo occidental, así como los países asiáticos han adoptado como suyos al reagge jamaiquino, al rock and roll anglosajón; al baile flamenco de Andalucía, a los blue jeans y T-shirts, estadounidenses—y para estos últimos la pizza no es considerada una comida italiana, sino tan americanamente autóctona como el apple pie (pastel de manzana).
¿A quién no le gustan las hamburguesas, las salchichas y las cervezas originarias de Alemania?. Los rusos y los estadounidenses conquistaron el espacio más allá de nuestra atmósfera; gracias a la contribución científica del alemán Wernher von Braun, y...
¿Existirá un músico en el mundo que no reconozca el genio musical de Ludwig van Beethoven, Carl Philipp Emanuel Bach; o del padre e hijo llamados Johan Strauss?...
¿O habrá existido o existe algún intelectual que no se haya maravillado al leer las obras escritas por los alemanes Johann Wolfgang von Goethe y Hermann Hesse?.
Las indiscutibles inteligencias y sensibilidades de esos extraordinarios individuos alemanes, no pueden ser usadas para demeritar las mismas cualidades que han demostrado poseer numerosos otros seres humanos pertenecientes a las más diversas culturas y pueblos del mundo.
Los xenófobos y racistas deberían dejar de tener miedo y dedicarse a reducir su ignorancia, familiarizándose con las vidas y obras de numerosos artistas, intelectuales y científicos, que abundan en todas y cada una de las culturas humanas.
La raza superior no existe. Tampoco ninguna “raza humana inferior”
Es más, el concepto “raza humana” no es más que una invención—una etiqueta—para ponerle nombres en las mentes de los asustados e ignorantes xenófobos y racistas—a las personas y / o culturas que a ellos individualmente les resulta imposible tolerar.
FRASES SOBRE EL TEMA O QUE TE DEN POR DONDE TÚ SABES.
Si no juzgas un libro por su tapa ¿por qué si a una persona?
El racismo es una forma de superación que buscan las razas autóctonas, es una estrategia para que siempre exista un gobernante, mejor que todos, y un resignado y marginado.
El racismo es la etiqueta de los individuos que se creen la máxima y única raza. Hacen esto porque saben que las personas diferentes a su color de piel son mejores que ellos mismos y no lo aceptan.
Cuando una persona me habla no me fijo en el color de la piel sino en el color de sus sentimientos.
¿Racismo? ¿Legalidad? ¿Llevábamos papeles cuándo invadimos otros continentes? ¿Hicimos ascos a sus gentes o nos aprovechamos bien de ellas? El caso más cínico de racismo es el norteamericano: se llevó a los negros a la fuerza, y ahora se les quiere expulsar... siempre a la fuerza.
Detrás del racismo siempre hay un egoísmo económico, que primero se camufla con teorías y cuando estas fallan, con violencia. Detrás del racismo sólo hay explotación. No se les hacen ascos a los ricos de otras razas.
El racismo es la respuesta del hombre ante lo desconocido, lo odiado o lo envidiado.
El racismo es un invento de los mayores, a los jóvenes nos lo han impuesto.
El racismo no es más que la soberbia de un ser evidentemente inferior.
Yo no soy racista, pero no quiero saber nada de las razas inferiores...
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