- El Party-shot es una base que mueve la cámara en busca de rostros a los que fotografiar
- Sólo es compatible con dos cámaras de Sony y se venderá en septiembre por 150 dólares
- ¿De verdad puede sustituir al fotógrafo?
Por RAMÓN PECO
Tenía que pasar. Después de que las cámaras incorporen detectores de sonrisas, 'embellecedores' de rostros, y toda clase de automatismos para fotografiar automáticamente cualquier cosa, alguien tenía que dar el paso para que una cámara haga fotos sin necesidad de fotógrafo. Aunque suene a risa los de Sony lo han logrado. Acaban de lanzar un accesorio llamado Party-shot que hace que la cámara sólo te necesite para que le cargues las baterías.
El trasto consiste en una base móvil —que puede ponerse sobre una superficie lisa o un trípode— que al colocarla bajo la máquina de fotos gira e inclina ésta buscando una imagen —para entenderlo mejor ver el vídeo—. En combinación con las cámaras compactas Cybershot DSC-TX1 y DSC-WX1, las únicas con las que es capaz de funcionar, realiza fotos automáticamente del entorno. Para ello utiliza funciones como las del reconocimiento de escenas y de rostros. En Estados Unidos la broma cuesta 150 euros y se venderá en septiembre.
Tiene su lógica que haya sido Sony los que hayan lanzado semejante aparato. Sus productos tienen un espíritu profundamente japonés, y si hay algo que les fascina a los japoneses son los robots. En realidad este sistema tiene un precedente en la propia empresa: Los robots Aibo podían realizar fotografías de baja resolución. Este blog recoge un diario visual con las andanzas de uno de esos terminales.
¿De verdad adivina los momentos decisivos?
Habría que ver qué clase de fotos es capaz de tomar este nuevo trasto, pues no hemos tenido ocasión de probarlo, pero Sony deja claro que está pensado para toda clase de saraos —lo que se viene a llamar fotografía social—. De hecho, sólo dispara siempre que pueda detectar rostros frente a él. Nos tememos que la habilidad con la que intuya un 'momento decisivo' será discutible.
(Sony)
El Party-shot sólo funciona con dos cámaras de Sony.
Lo más probable es que después de tenerlo disparando un buen rato nos encontremos con un repertorio de fotos bastante aburridas, entre las que quizá haya alguna con más o menos gracia —exactamente igual que lo que sucede cuando alguien que no tiene ni idea de hacer fotos atiborra una tarjeta de memoria—. Por otra parte, el sistema tiene toda la pinta de que le importe un bledo disparar con una sensibilidad ISO demasiado alta —algo que en una cámara compacta puede producir imágenes de una calidad siniestra— o encuadrar siguiendo unas reglas mínimamente lógicas. Nos tememos que una vez más nos encontramos ante un aparato que tras usarlo unas cuantas veces terminará siendo carne de Cash Converters.
En definitiva lo que este 'gadget' ofrece es la posibilidad de contar con un fotógrafo mediocre —al que no se le puede reñir por lo malas que sean las fotos que tome— para que inmortalice cualquier reunión en la que las instantáneas terminarán en un álbum de Facebook o en algo parecido.
No es difícil imaginar que la inspiración para crear este juguete los de Sony la han buscado en sus propias cámaras de videovigilancia, que hace tiempo que disponen de capacidad para detectar rostros automáticamente y seguir a un sujeto combinando movimiento con el zoom óptico. Vamos, que el invento pone en bandeja hacer de él una lectura diabólica a lo Banksy
Según cuentan en Sony, una de sus grandes ventajas es que con el aparato todos salen en las fotos y, además, éstas son más espontáneas pues los retratados no posan. Esto último la verdad es que nos parece bastante discutible. Es inquietante que la cara que a uno se le pone en ciertas fiestas quede inmortalizada por una máquina que no siente compasión. Otra cosa es que a alguno le de por meterlo en la alcoba después de la fiesta, quizá ahí su discreción le haga triunfar entre los más fetichistas.
Fuente: Soitu
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