¡Oh, sorpresa!, algo le pasa al Vogue USA. La revista se repite como un bucle y sus lectores se están dando cuenta. Tanto que en determinados círculos se pide la cabeza de Anna Wintour, directora de la revista desde hace 17 años (y sí, el personaje que inspiró a la malvada directora de revista de El Diablo Viste de Prada) y los rumores de que va a ser sustituida por Carine Roitfeld, directora de Vogue Francia, son un zumbido constante. Al menos de eso se hace eco el New York Times —artículo traducido por El País— dando cuerpo a un tema que hace tiempo circula por la red.
Susie Bubble de stylebubble.
Son dos de las mujeres más influyentes del mundo de la moda, aunque de perfiles bien distintos. Mientras Wintour es estandarte de la moda clásica, fanática de los trajes de chaqueta con falda, de los tacones medios, Carine Roitfeld presume de estilo rockero, apasionada por el negro, los tacones de vértigo, el pelo despeinado y los ojos ahumados. Tienen el poder en sus manos: apadrinan a un diseñador mientras defenestran a otro, y con él, su cuenta de resultados. Así ocurrió, por ejemplo, con Marc Jacobs, protegido de Anna Wintour desde su primera colección. O con Nicholás Ghesquiere, uno de los preferidos de Roitfield.
Muy bien, pero ¿quién tiene en su armario un Marc Jacobs o un Balenciaga? Pues poca gente, muy poca. Es decir, la influencia de las supereditoras es grande, pero dentro de un círculo muy restringido. La realidad es que hay un abismo entre lo que se lleva en la calle y lo que aparece en el Vogue. Y en esto de la moda real el medio que se está comiendo la tostada es internet. Los blogs que fotografían personas con un look especial por la calle proliferan.
The Sartorialist es el responsable de que centenares de blogueros se lanzaran a la calle cámara en mano para retratar lo que ocurría debajo de su casa. Y lo que ocurre es que en cualquier lugar hay una troupe de modernos, que el fashionismo puede ser algo cotidiano, o que el descuidado chic francés tiene que ver con la tez, la melena y la actitud más que con la ropa—como recoge el blog Garance Doré.
Las propias revistas no quieren dejar escapar el filón que supone una bloguera con experiencia en esto del street fashion y las fichan para sus abandonadas ediciones online. Otras revistas copian el formato, aunque con poca fortuna.
Pero no todo se trata de que te descubra un Sartorialist por la calle y te conviertas en un icono de estilo. Qué va, hace ya tiempo que cansadas de esperar a su descubridor, o tal vez pensando que lo que pueden mostrar es más interesante si no está filtrado por la cámara de un tercero, muchas chicas han decidido fotografiarse con sus 'outfits' —así los llaman— y enseñar al mundo qué es lo que llevan, cómo lo llevan, dónde lo han comprado y cuánto cuesta. Los estilos son ilimitados, pero todas tienen algo en común: sus atuendos se pueden llevar por la calle y no cuestan 8.000 euros —máximas que no cumple el Vogue. Por eso se han convertido en las musas de la red.
Si lo que buscas es un estilo vanguardista no dejes de visitar el blog de Susie Bubble, que trabaja en Dazed Digital. La chica es atrevida, sabe de moda y tiene un gusto peculiar y sin complejos. Puede que lo tuyo sea no bajar nunca del taconazo, camisetas desgastadas, shorts y minis cortísimas, chupa de cuero. Entonces tienes que pinchar en el blog de Rumi Neely, otro de los más influyentes de la red.
En Francia hay unos cuantos ejemplos de blogueras que muestran su look. El clásico chic francés es el campo donde se mueve Betty. Punky B. es más sobria, pero cuenta también con un puñado de seguidores.
Y en España no nos quedamos a la zaga. Inside Am Lul closet es el blog de Gala, una gallega afincada en Londres responsable de la línea U de Adolfo Domínguez. Su estilo tiene un punto british, es desenfadado, rockero, osado y entretenido—ya os lo contó aquí Arturo Gil Bordes— . Mireia postea desde Barcelona en My daily style. Más pegada a la tendencia, mezcla las últimas prendas de moda con piezas de otras temporadas y a todo le da un toque diferente.
Es tal la fiebre de enseñar armario que la página Lookbook reúne los modelitos más interesantes para que no se te pase ningún estilismo. Lo mismo hace la página Chictopia.
Pero la cosa no acaba aquí puesto que muchas de estas blogueras tienen además su propia tienda online donde venden algunas de sus prendas. Es el caso de Rumy Neely en e-bay, el mismo lugar elegido por Mireia. Sally Jane Vintage vende ropa antigua que muestra en su blog, igual que Ramona West y Punky B. tiene también una tienda online donde se puede comprar lo que muestra en algunas fotos.
Así que a un click tienes modelos de carne y hueso que te presentan las tendencias reales en la calle y a otro click puedes hacerte con las prendas sin pagar un dineral. ¿De verdad te importa si el Vogue USA lo dirigirá Anna Wintour o Carine Roitield?
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