Esta temporada parece que no paran de sucederse las antitendencias que ponen a prueba el buen gusto del personal. Ahora que estamos en tiempo de botas (casi hasta para dormir viendo el estropicio meteorológico que sufrimos), se empiezan a dejar ver unas que incorporan un accesorio muy especial: las polainas. Por si habías olvidado lo que significa esa palabra por su falta de uso, ahora el mundo del calzado la recupera con regulares resultados. ¿Está el mundo listo para la polaina? Vosotros mismos…
Inspiración hípica y militar para el susto zapatil del año: ¡llega la polaina! En realidad, el invierno pasado ya se dejaba atisbar en ejemplos como esta bota de Miss Sixty, mientras que algunos blogs expertos en calzado se atrevían a definir a este accesorio como ‘sexy’.
Pero ha sido recientemente cuando se ha empezado a hablar de ella con más fruición. Por ejemplo, la prestigiosa revista 'Nylon' las ha tenido en cuenta en algún editorial hace poco, en este blog las alaban y enseñan todos los ejemplos posibles existentes. Otros como Fabsugar dudan sobre si es una tendencia freak o realmente interesante.
Digamos que hay polainas y polainas, y que no todas tienen el mismo grado de horror. Y es que no es lo mismo esta bota de ante con la polaina adaptable y más discreta de ASOS, que esta galería de los horrores de inspiración leather. La marca londinense Irregular Choice tiene unas cuantas opciones de polaina, algunas más afortunadas que otras. Una de las peores y, a la vez, auténticas, es ésta de piel marrón cuya polaina cubre totalmente el tacón, casi como un pantalón de campana.
Las firmas de lujo también han redescubierto la polaina esta temporada con regulares resultados. La mejor opción es la de Marc Jacobs, muy sobria y en gris, por ‘sólo’ 840 euros. Aún más clásico es este modelo de Balli llamado Balnerina en marrón, muy finas y delicadas, por la módica cantidad de 650 euros. Las más feas y recargadas nos las ofrece D&G, con la polaina de nylon acolchada y forrada de borreguito; abrigar, abrigan pero feas son un rato. ¡Y por casi 600 euros en rebajas!
Ojo a los hombres, que también tienen su pequeña ración de polaina aunque en su versión más de lujo: la firma italiana Santoni tiene su bota Country Boot, con este accesorio de quita y pon. La sorpresa es que sólo las fabrican por encargo y cuestan alrededor de 9.000 euros.
Viendo lo visto, ¿qué hacemos con la polaina? Cogerla con pinzas y quedarnos con las versiones más remotas, como esta original bota de lona donde la polaina es sólo una reminiscencia y no la parte principal del calzado.
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