Portland es la primera ciudad estadounidense que ha recuperado el uso del tranvía como medio de transporte público. Ahora también despunta por otra razón: la mayor parte de este servicio es gratuito.
Si vas al centro de Portland, olvídate del coche. Lo más recomendable para visitar esta ciudad es montarse en uno de sus tranvías de diseño europeo. Además de tener su encanto, el viaje te saldrá gratis. Y es que Portland tiene delimitada un área gratuita llamada 'Fareless Square', que incluye la mayor parte de la zona céntrica de la ciudad y los barrios residenciales colindantes. Eso sí, no te despistes porque si te sales de este área gratuita tendrás que pagar los dos dólares que cuesta el billete.
La mayoría de las paradas del tranvía de esta ciudad verde —que cuenta con más de 14.600 hectáreas de parques y jardines— se construyeron dentro de esta zona gratuita, y no sólo eso, sino que también los autobuses y trenes ligeros gestionados por TriMet no cuestan nada dentro de este área que alberga los principales centros de ocio, comercios, galerías de arte y restauración de Portland.
Esta tarifa gratuita, que permite al viajero subir y bajar del tranvía libremente los siete días de la semana y los 365 días del año, busca reducir los viajes en coche por el centro, fomentar el uso del transporte público, disminuir la contaminación atmosférica y evitar problemas de estacionamiento, además de conectar las principales atracciones de la ciudad mediante un transporte público de calidad.
Y parece que lo ha conseguido. Desde 2001 que fue inaugurada la primera línea cuyos cuatro kilómetros conectaban el Hospital 'Legacy Good Samaritan' y la Universidad estatal de Portland, "este sistema de transporte ha provocado un cambio en el comportamiento de la gente y una clara reducción de los desplazamientos en coche", asegura la compañía TriMet, gestora de este servicio. De aquí que se hable de una nueva idea: 'The trip not taken' o "el viaje no hecho", que se refiere a aquellos desplazamientos que se hacen a pie, con bicicleta o en transporte público y evitan con ello tomar el vehículo privado. Este concepto se utiliza, por ejemplo, para estudiar la cantidad de emisiones de CO2 que se ahorra una persona que deja aparcado su coche y decide ir en tranvía a la ciudad.
Esta urbe situada al noroeste de Estados Unidos fue la primera del país en tener un sistema de tranvías eléctricos. Con una inversión privada de 57 millones de dólares y unos 5 millones más que inyectó el gobierno estadounidense, el proyecto buscaba dar un empujón al desarrollo urbanístico y económico de la ciudad. Zonas industriales como el Distrito 'River' y 'The South Waterfront' fueron conectadas a través de este sistema de transporte.
Una vez instalados los tranvías —fabricados en la ciudad de Plsen (República Checa) por la compañía Inekon Skoda— los nuevos núcleos de población crecieron en torno a sus líneas convirtiendo estas zonas antes abandonadas en áreas residenciales e importantes centros de negocio. Hoy, con un total de siete líneas, 46 paradas y una capacidad para 140 personas, el 'streetcar' —como le llaman en Portland— transporta más de 12.000 viajeros al día, un 30% más que el autobús. Tal ha sido el éxito de este sistema de transporte que en la actualidad se está estudiando la posibilidad de ampliar las líneas hacia el este y el lago Oswego.
El tranvía de época también es gratis
Ya en los años 50, Portland era conocido por su extenso y único sistema de tranvías, hasta que poco a poco sus vagones fueron sustituidos por autobuses de gasolina. Fiel a su pasado histórico, esta ciudad de más de dos millones de habitantes ha recuperado hoy parte de aquel sistema en su día elogiado: cuatro réplicas de aquellos tranvías que circulaban por esta urbe entre 1904 y 1950 conectan cada 30 minutos el centro de Portland con el Distrito Lloyd Center en el lado este. Este medio de transporte sólo circula los domingos de marzo a diciembre y es también totalmente gratuito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario