SAN PETERSBURGO (RUSIA).- Si vienes a San Petersburgo, te sorprenderá un fenómeno: los viejos y emblemáticos cines Kino Rodina y Dom Kino siguen proyectando dibujos antiguos. ¿Y esto? Resulta que, después de años criando polvo, los dibujos soviéticos se han vuelto a poner de moda, con nuevas versiones en manga y emisiones en el canal Bibigón, el primero dedicado sólo a niños. Además, la industria de animación rusa vuelve a estar entre las mejores del mundo, auspiciada por nuevos estudios moscovitas, como Pilot.
Es la vuelta de los 'muñequitos rusos', como se conoce en Cuba a los dibujos animados procedentes de la Unión Soviética y el resto de los países socialistas de Europa del Este. "En la URSS todos veían entusiasmados nuestros dibujos animados. Es cierto que otros no habían, pero tanto padres como hijos los veían con gusto", asegura Olga Egorova, estudiante de Económicas, "los tiempos han cambiado, la llegada de dibujos extranjeros desplazó a los soviéticos, y nuestros dibujantes ahora compiten en el mercado global", concluye Olga.
No te pierdas a Cheburashka (subtitulado).
¿Qué ha pasado? ¿Por qué este boom? Puede que una de las razones sea que, en septiembre de 2007, el oligarca Alisher Usmanov compró los derechos de 547 dibujos producidos en los estudios Soyuzmultfilm, la más importante productora de la URSS, fundada en 1936. Usmanov, amigo del primer ministro Putin y uzbeco de nacimiento, donó toda la colección al Estado ruso, quien ha creado un canal de televisión público (Bibigón) para la emisión de los dibujos soviéticos.
Cheburashka,
un fenómeno hasta en Japón
Pero la cosa no acaba ahí: Japón también se ha interesado por los dibujos soviéticos. La televisión nipona Tokyo Broadband Entertainment Inc. ha comprado los derechos de 'Cheburashka' para hacer nuevos capítulos. Y en los cines japoneses se han repuesto los antiguos episodios en ruso, con un gran éxito de público, hasta convertirse en un auténtico fenómeno social.
La música, otra clave de la historia.
Puede que a muchos ni os suene el tal Cheburashka. Así que, para que os hagais una idea, aquí va la definición de Nadjezhda Vicente, especialista en propaganda rusa: "Símbolo de la sociedad soviética, Cheburashka es un mono extraño procedente de tierras exóticas, y su amigo es un cocodrilo. A pesar de no tener nada en común con las fábulas tradicionales eslavas, se consolidó como figura infantil a la que niños y mayores adoraban y adoran. Sus peluches se pueden comprar como producto de moda en la mismísima Plaza Roja. Ha pasado a formar parte del imaginario ruso-soviético". "Las canciones son parte fundamental de los dibujos animados soviéticos y en Rusia la gente conoce los diálogos de memoria. La sociedad rusa es una sociedad lírica, a la que le gusta la poesía y aprecia la cultura folclórica. Todo ello está reflejado en los dibujos rusos", concluye Nadjezhda.
Un poco de memoria
Pero como siempre, esta es una historia que viene de lejos, de tiempos de la Revolución. El pionero y precursor de los dibujos animados rusos fue Vladislav Starevich, que emigró a Francia en 1917. Tras la revolución bolchevique el nuevo poder nacionalizó el cine y lo puso al servicio de su ideología para 'educar a las masas'. El primer dibujo animado de los nuevos tiempos se hizo en 1924 y se llama 'Los juguetes soviéticos'. Era una película de eficaz propaganda políticaDziga Vertov (1896-1954). Estos títulos te darán una idea de su contenido y utilidad: 'Cómo Avdotia aprendió a leer', 'China en llamas' o la 'La revolución planetaria'. realizada por un grupo de dibujantes jóvenes, encabezado por el famoso documentalista
Vinni Pukh, de 1969, el la versión rusa de Winnie-the-Pooh. Su creador es Fyodor Khitruk.
En 1934 Walt Disney envió una serie de dibujos animados de Mickey Mouse al Festival de cine de Moscú. Los oficiales del Partido Comunista quedaron impresionados con la calidad de la película y decidieron crear Soyuzmultifilm, donde agruparon a todos los realizadores de Rusia. Estos estudios, ubicados en Moscú, produjeron en casi 70 años más de 1.100 películas de dibujos animados. Hasta en las difíciles condiciones de la II Guerra Mundial seguían haciéndose los dibujos animados infantiles. Y basta con echar un ojo a sus títulos para hacerse una idea. En 1941, se estrenaron 'Siempre los derrotaremos', 'La bota fascista no hollará nuestra patria', 'Lo que quiere Hitler' y 'Los predadores'.
El florecimiento cultural ruso de mediados de siglo también llegó a los dibujos animados y tuvo su momento de gloria, con su bajón tras la caída de la URSS y la llegada de nuevos tiempos. Muchos especialistas emigraron a Occidente y otros tantos creadores no pudieron terminar su trabajo por falta de fondos.
El reconocimiento
Pero, como todo en la vida, esto son ciclos, y parece que ha vuelto el bueno: en 2003, el Festival de Animación japonés realizaba un ránking de los mejores dibujos animados de la historia. 'El erizo en la niebla' y 'El cuento de los cuentos' de Norshtein estaban primero y segundo respectivamente. El tercero era 'Fantasía', de Walt Disney. Entre los 150 seleccionados, figuraban otros 11 dibujos soviéticos. Después del caos de los 90, la industria fílmica rusa entra en la nueva era con un programa a largo plazo apoyado por el Gobierno.
Así, en la actualidad, el número de animadores no ha disminuido y los estudios de animación se esfuerzan por competir con las producciones norteamericanas. Desde el Oscar concedido en 2000 a Alexandr Petrov por su corto de animación 'El viejo y el mar', y la creación del estudio Piloto en Moscú, nuevos talentos siguen apareciendo: Dmitri Geller, Alexander Bubnov, Ekaterina Mikhailova, Aleksei Demin, Petr Bronfin, Elizaveta Skvortsova…
'Erizo en la Niebla', de 1975 (subtitulado español).
Mientras, el Cine Patria (kino rodina) y la Casa del Cine (dom kino) continúan con su programa de películas de animación, además de organizar festivales y estrenos. Su público es heterogéneo y fiel, como la edad y procedencia de las películas y, a veces, se escucha la música de la discoteca situada al lado de los cines. Si vienes por aquí, verás que las proyecciones se siguen realizando en sus precarias salas soviéticas precedidas de laberintos y acomodadores que parecen haber nacido allí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario