En el corazón de los leprosos
BANGALORE (INDIA).- Noviembre de 2008, 9 de la mañana. Paseando por uno de los barrios de Bangalore, me encuentro por sorpresa con un suburbio donde vive una comunidad de leprosos, Sagaya-halli. Decido intentar entablar alguna comunicación con ellos, aunque es difícil porque todos se esconden en sus pobres casas. Se sienten avergonzados. Por uno de sus habitantes consigo saber que existe otra colonia en las afueras la ciudad a unos 25km., Chickanayakanahalli.
A la izda, una casa de Chickanayakanahalli, colonia de leprosos. A la dcha, un suburbio de Sagaya-halli.
Hace un año, el Gobierno indio decidió que estas personas eran incómodas para la ciudad, asentados en una de sus avenidas principales, Magalli Road, así que les construyó unas casitas y les 'invitó' a mudarse de hogar. No debieron de tener en cuenta la dificultad de estas gentes para caminar, ir a hacer la compra o al doctor y ahora viven rezagados en unas casas que se empiezan a agrietar y a inundar por las goteras.
Su mayor estigma es la exclusión social. Son los pobres de los pobres y además, son personas. La sociedad en la que sobreviven no les acepta como tal y les repudia enviándolos a barrios incomunicados o comunidades donde al resto de los mortales ni se nos pasa por la cabeza poner un pie. Incluso a mí. Pienso: "¿saldré de aquí con lepra?"
La lepra es más que una enfermedad, es como un pesado castigo impuesto por las circunstancias con el que tienes que vivir cada segundo de la vida. La bacteria que transmite la enfermedad de Hansen lo hace en unas condiciones específicas de insalubridad y desnutrición con las que la mayoría de los afectados no deciden vivir.
Lunes, día de curas en Sagaya-halli.
En un país como la India, donde tu lugar en la sociedad lo determina la casta a la que pertenezcas, has de cumplir tu karma, y si tu karma es ser leproso, pues adelante, aprende y acepta el rechazo, la humillación y el sufrimiento porque ese es tu lugar. Aprende a vivir sin parte de tu cuerpo, sin sensibilidad y con enfermedades continuas que, poco a poco, van menguando tu existencia.
Aunque la lepra está prácticamente extinguida en la mayor parte de nuestro planeta, todavía existen lugares en los que está viva y la India es uno de ellos. Siendo éste el primer país donde se descubrió, el mal afecta ahora a alrededor de dos millones de personas, con una media de 140.000 nuevos casos anuales.
La mayoría de estas familias no tienen forma de sustento, ya que cualquiera de sus acciones está sucia y contaminada por sus manos, incluso por sus miradas. Esto les lleva a mendigar en las calles, obteniendo tan sólo las limosnas de algunos corazones compasivos. Los niños son el reclamo perfecto para poder conseguir algo más que llevarse a la boca, con lo que su nivel de educación es prácticamente nulo. Es difícil convencer a unos padres cuya esperanza por un futuro mejor hace tiempo que se perdió.
Estando con ellos, infinitos sentimientos se estrujan en mi cuerpo. Por un lado dolor, pena, compasión. Por otro, ganas de hacerles saber que ¡les quiero ayudar! Pero… es taaan difícil. Es casi una lucha imposible, ¿cómo convencer a millones de personas de una discriminación que es injusta?
Para nuestro consuelo y gracias a algunas organizaciones que luchan por erradicarla, poco a poco se va ganando la batalla a la lepra. En la ciudad hay varios grupos que se dedican a mejorar la calidad de vida de estos enfermos y a luchar por su inclusión social. Se dedican a llevarles comida, educación, sanidad y, sobre todo, les reparten el amor que la enfermedad les ha robado.
Datos de interés
- Neem: Asociación española con proyectos de rehabilitación y desarrollo para los leprosos en Bangalore. Nrupathunga nagara, Nagarabhavi, Bangalore 560172. (00.91) 9448431345.
- Sumanahalli Leprosy Rehabilitation Centre: Organización religiosa india con el mismo objetivo. Magadi Main Road, 317, Viswaneedam, Bangalore – 560091. (00.91) 080-23485317.
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