Níger Protegido contra la arena y el sol, un emigrante estira sus piernas durante un descanso en un arduo viaje a través del Sahara, desde Libia hasta su hogar, al sur de Níger.
Envueltos en harapos, cubiertos de sal y marcados con cicatrices, los pies de un minero narran la difícil vida que aguarda a quienes se dirigen a este punto fronterizo –antigua prisión del gobierno– para librar sus deudas.
Níger Remover arena con palas para marcar un camino cerca de la región de Tali parece una tarea interminable, pero los jóvenes voluntarios aprenden consejos de algunos conductores que utilizan la ruta –una forma de obtener dinero en este pobre y rural país, donde los trabajos son escasos. Pese a la arena asfixiante y sin acceso al mar, Nigeria trabaja para mejorar sus rutas con el apoyo de donadores de Occidente y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC, por sus siglas en inglés).
Senegal El Sahel termina en el mar Atlántico de Dakar, donde el terreno abierto puede convertirse en una autopista para librar los embotellamientos en la ciudad densamente poblada. En la playa, los barcos pesqueros reparten el botín durante el día y parten por la noche en sus barcos cargados de emigrantes que se arriesgan para cruzar hacia las Islas Canarias –una estación de paso hacia Europa. Cientos de ellos mueren cada año y, pese a que España y Senegal han aumentado las rondas marítimas y aéreas, el éxodo continúa.
Sudán Después de un enfrentamiento con las fuerzas del gobierno, los rebeldes de Darfur del Ejército de Liberación de Sudán (SLA, por sus siglas en inglés), se reagrupan en un vehículo que carga armas y un bulto de amuletos para protección mágica. El Ejército de Liberación de Sudán se ha dividido en facciones que atacan a civiles y a sí mismas, como si pelearan contra la armada de Sudán.
Níger La arena azota a los pastores cerca de la ciudad de Goudoumaria, una de las tantas regiones en el Sahel donde las áridas condiciones han marchitado las plantas que alguna vez se sujetaron a las dunas de arena y dieron sustento al ganado.
Níger En las sombras de una duna movediza, el agua extraída de un pozo riega un pequeño jardín en Yerimaram, al noroeste de Goudoumaria. Una cerca espinada aleja a las cabras y ovejas.
Nigeria Los autos chatarra arrojan una capa de gases de combustión en las agitadas calles de Kano.
Níger Despojadas por la sequía de las plantas que las mantienen estables, las dunas se desplazan a causa del viento y ruedan a través del paisaje. Aquí en la parte sur del país, amenazan con cubrir algunas superficies planas e irrigadas, donde los aldeanos pastorean a sus cabras.
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