Nudibranquios:
La bailarina española
Hola, mi nombre es David Doubilet, soy fotógrafo de National Geographic y en este relato compartiré las experiencias y retos que viví para captar a unos coloridos animales, particularmente al gigante entre los nudibranquios: la bailarina española.
Fotografiamos a la maravillosa bailarina española o Hexabranchus sanguineus por la noche, mientras se alimentaba, e incluso cuando ponía huevos. Y después, las bailarinas españolas se movían y se alejaban del fondo del mar, mientras ondulaban sus cuerpos en la oscuridad.
Dentro de todas las criaturas marinas, las bailarinas españolas son muy estéticas, así que las traté como si fueran modelos. Construí un pequeño estudio con una caja de plexiglás y una pared curveada de color negro para formar un fondo sin ningún tipo de unión que pudiera notarse.
Jamás tocamos a un nudibranquio mientras se apareaba o alimentaba, o mientras se comportaba de una forma particularmente compleja. Los nudibranquios que aparecen en las fotos fueron devueltos a los lugares donde originalmente se hallaban, sin sufrir ningún daño. Un nudibranquio es un animal totalmente indefenso, después de todo, es un caracol en el fondo del océano que sobrevive sin una cubierta protectora.
El comportamiento que captamos de los nudibranquios fue muy interesante. Descubrimos que los nudibranquios se comen entre sí. Una babosa caníbal, con puntos naranjas y una piel muy blanca, persiguió a varias liebres de mar. Mordió la parte posterior de sus cuerpos y comenzó a digerirlas.
Nudibranquio significa “branquia desnuda”, una característica que los distingue de otras babosas de mar.
Los nudibranquios se alimentan de las sustancias más tóxicas del océano, hidroideos y esponjas, y esta toxicidad se incorpora en su piel. Los nudibranquios son los animales más coloridos del océano: poseen combinaciones de tonos azules, rosas, amarillos, violetas y naranjas; colores brillantes y extraordinarios que comunican al resto del mundo marino lo tóxicos que son: “Si me comes, morirás”.
Pero, irónicamente, los nudibranquios no perciben su propio color. Navegan y se mueven en el mar con apéndices sensoriales llamados rinóforos: Un par de cuernos que funcionan como si fueran sus ojos, nariz y receptores químicos y eléctricos, y sirven básicamente para detectar las señales químicas del océano.
Los humanos han incursionado en su armería química en busca de fármacos. Los científicos están aislando químicos que podrían ayudar a los problemas de los huesos, el corazón y el cerebro.
Los nudibranquios tienen una vida sexual maravillosa; son hermafroditas. Pueden ser machos o hembras y en cualquier momento fecundarse. Básicamente, son como máquinas que producen huevos. Cuando el momento es apropiado, se aparean y producen un conjunto de huevos, algunos de los cuales, literalmente, salen desde un poro cercano a la cabeza de una liebre de mar; otros salen de un poro, hacia la zona anal de los nudibranquios.
Algunos nudibranquios utilizan la energía del sol. Su piel incorpora los nutrientes que obtienen a partir de las algas fotosintéticas, con lo cual reciben la luz del sol y a cambio producen energía.
Los nudibranquios difícilmente han revelado todos sus secretos. Los científicos estiman que hasta ahora han identificado sólo la mitad de todas las especies existentes de nudibranquios, y las que se conocen aún son elusivas.
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