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¿Qué es lo que realmente sabemos acerca del antiguo asentamiento del Pacífico?
Primero que nada, es importante entender lo que los arqueólogos han delineado para el antiguo asentamiento del Pacífico. Queda bastante claro que los primero humanos que llegaron a Australia, Nueva Guinea y las islas inmediatamente al este fueron algunos de los primeros humanos en salir de África. Esto sucedió hace aproximadamente 40 000 años, cuando los neandertales todavía ocupaban Europa. Esa región de Pacífico, Nueva Guinea y las pequeñas islas se llama Oceanía Cercana. La gente vivió en relativo aislamiento después de ese periodo por los siguientes 35 000 años, lo cual es verdaderamente impresionante. Luego hubo una segunda fase de migración de humanos hace aproximadamente 3 300 años: venían de Asia y, además, aparece un distintivo estilo de cerámica llamado lapita.
Los lapitas parecen ser los ancestros de los polinesios y los micronesios. Ellos asentaron las islas que en ese tiempo estaban inhabitadas y llegaban hasta el centro del Pacífico. Lo que la genética puede contribuir a esta prehistoria es saber cómo la gente interactuó, el tipo de mezcolanza de raza que sucedió durante esos intervalos. Por ejemplo, podemos ver que hay unas mutaciones bastante antiguas que ocurrieron y se limitan a esta parte del Pacífico, es decir, Nueva Guinea y las islas inmediatamente al este, así como también Australia.
¿Qué ha contribuido la genética a este panorama?
Hasta este punto hemos tenido dos tipos de evidencia genética que han estado en semiacuerdo con algunas de estas cosas. Primero está el cromosoma Y, el cual se hereda de los hombres, y el segundo es la mitocondria ADN, la cual se hereda a través de las mujeres. Por lo que, mientras que se está en acuerdo general acerca de estas tempranas y tardías migraciones a la zona, hay un poco de desacuerdo entre las dos líneas de evidencia genética acerca de la composición de los polinesios, de qué tanta influencia melanesia hubo y qué tanta influencia asiática retuvieron. Y es ahí donde algunas de estas viejas nociones de “tren rápido fuera de Taiwán”, apoyada por la evidencia de la mitocondria, contra la especie de barco lento que recogió a un gran número de inmigrantes melanesios, lo cual se apoya por el cromosoma Y, se han involucrado. Pero yo creo que realmente tenemos que darnos cuenta de que, a fin de cuentas, es la arqueología la que nos da el marco temporal real para todas estas cosas.
Entonces, ¿qué es lo que sus nuevos estudios genéticos sugieren acerca de todo esto?
Lo que nuestros nuevos datos genéticos, de cientos de diferentes marcadores genéticos heredados tanto de padres como de madres, muestran de forma muy clara es que los polinesios y los micronesios están estrechamente relacionados a los aborígenes de Taiwan y a los asiáticos del Este, quienes tiene muy poco que ver en términos de mezcla con los melanesios mientras pasaron a través de esa zona. Y, francamente, fue una verdadera sorpresa. Sabemos que hubo mucho intercambio cultural y lingüístico entre la gente mientras interactuaban en las islas, pero aparentemente no mucho en cuanto a genes. Es por eso que yo creo que, si nos vemos en la necesidad de hablar de trenes y barcos y metáforas de ese tipo, creo que la arqueología dice que fue un tren veloz que se originó en los alrededores de Taiwán, y nuestros datos sugieren que había muy pocos pasajeros que se subían y bajaban en el camino. La otra cosa que cabe mencionar es que nuestro trabajo realmente demuestra qué tan increíblemente diferenciadas están las diferentes poblaciones de Melanesia unas de otras, y esto es algo que la gente tiende a pasar por alto.
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